Cunetas llenas de otoño ocre y amarillo, de hojas secas que recuerdan lo que fueron. Cunetas de grises y ramas repletas de viento y gritos que reclaman compasión.


Cunetas llenas de memorias, de pisadas inclementes que recuerdan otras más terribles donde descansan, sin nombre, muchos inocentes a la espera de ser rehabilitados.



Cunetas de colores imposibles que desbordan los ángulos de las aceras. Huellas de granito que humillan el asfalto en su final de orillas. Y te nombro en este hermético sentir dando calor a la mirada.



Me gusta mucho este poema. Además yo soy mucho de poemas reivindicativo, me encantan. Tanto leerlos como escribirlos.
Quizás yo lo vea más reivindicativo por mi natural disposición 😉
Tres abrazos como tres soles, a repartir. Recuerdos a Gema y don Rodrigo.
Gracias Carmen. Bregamos en la misma trinchera. Un honor ser tu amigo. Un abrazo grande