Cuando la luz toma tu nombre
Cuando la luz toma nombre
y escribe versos en el cristal,
desnuda el alma, deja que aflore
el ser encendido de las cosas.
Cómo incomoda la claridad
al limpiar, sin pudor, las utopías.
Mejor es bajar las cortinas
y no mirar dentro.
Qué difícil mantener la luz ante lo incierto.
La ausencia de luz
vuelve átono el espacio interior,
la caricia, ese soporte de naufragios,
reclama claridad. Luz somos,
aunque bajemos las cortinas.
[Luz] que seduce el espíritu
y dibuja lo infinito al perdonar
la violencia de las sombras.
Por qué bajar las persianas,
e impedir que la luz rompa
los silencios del verso.
Badajoz. Edit. Diputación de Badajoz, 2019.