Hay días que te siento a cada paso
y mi cuerpo se deshace hasta volverse aire.
Estás en mí, como el primer suspiro.
Resuelves la gramática de mi voz
que pronuncia tu nombre.
Hay días que te sueño
hasta el punto de sentir el latido
de tu sangre.
Estás en mí. Tengo el eco de tu caricia
en mi carne.
Hay cielos que me atrapan.
