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               La tercera entrega del Proyecto editorial Abismos del Suroeste nos llega de la Bretaña francesa(Finisterre), APPARENCES TROMPEUSES [APARIENCIAS ENGAÑOSAS], de la escritora Christine Nicolas (Brest, 1958). Un libro, prologado con ingenio por el escritor alicantino Luis Miguel Sanmartin y con una impecable traducción efectuada por Santiago Méndez.

-EL TÍTULO

               El título APPARENCES TROMPEUSES, nos remite a Platón a esa forma de entender lo sensible, lo aparente, donde los seres humanos nos sentimos atrapados y de donde hay que salir para llegar a la realidad ideal. Una dialéctica maravillosa que nos conduce a la búsqueda de lo mejor, al Bien con mayúsculas. Christine nos introduce de forma suave en una reflexión que, al igual que la platónica, nos hace cuestionarnos. Nuestra poeta, a lo largo del poemario, se cuestiona y hace que el lector se pregunte al mismo tiempo por lo que realmente merece la pena alejándose del engaño de lo aparente. La bondad de las cosas, no están en el mundo de lo ideal sino en el compromiso firme con nosotros mismos.

-UN CONTINENTE -CONTENIDO

Desde este sentido de lo sensible, de la imagen, del eikon, este número tres aparece ilustrando por varios collages de la misma Nicolas y por seis fotografías de Luc Sarlet , Carolina Valladares, Marion Marchet, Morgane Corouge, Romaric Bognat.

Collages y fotografías, que nos aproximan a la bondad de lo ideal, dando también contenido al libro. La aparición de este contenido gráfico muestra de manera clara  que  la imagen no es un añadido ilustrativo sino parte importante del contenido. Lo icónico se funde con los magníficos versos de nuestra autora. No sé el grado intencional de este hecho, poco importa. Sí es claro lo que se muestra en el libro a este nivel y es el de las imágenes entroncadas con el verso haciendo del verso unas imágenes potentes.

-EL CONTENIDO

               –La pregunta por el sí mismo: El contenido se va tejiendo alrededor de una constante pregunta por la identidad, por el llegar a ser uno mismo donde el deseo final es siempre el comienzo.  Así, los versos finales en los que Christine Nicolas nos remite a nuestro ser más auténtico: Je n’ai qu’une seule vraie maladie, Celle d’être moi. [Solo tengo una verdadera enfermedad, la de ser yo…], corresponden con ese ir más allá -de un horizonte que asusta- de los versos iniciales.  Derrière la ligne … J’ai laissé mes chèvres … mon champ … les parfums du matin, le lever du soleil … les chants et les silences du soir [Detrás de la línea…Dejé mis cabras … mi campo … los aromas de la mañana, el alba…los cantos y los silencios de la noche].

Sobrepasar miedos en el compromiso: El miedo no deja de estar y por eso se asume, como el dolor, en este ir hacia uno mismo: J’ai peur comme le rire d’une plume …// La douleur d’un mystère/ Comme un torrent [ Tengo miedo como la risa de una pluma… // El dolor de un misterio/ como un torrente…]

El miedo se solapa con el compromiso de dejar las pertenencias, aparentemente importantes. Así es, el compromiso por lo esencial aparece repetidas veces en los versos de este libro. De esta forma Christine, en un escamoteo del yo lirico, nos enfrenta a la revolución poética que es también revolución política, porque no hay poesía sin compromiso. Révolution politique Révolution poétique… [ Revolución política Revolución poética].  Y este tránsito de búsqueda de lo auténtico y huyendo de torpezas engañosas, para ir más ligero, y en el sentido sartriano más puro, se despide a Dios: Ce matin j’ai transmis à Dieu sa lettre de licenciement [ Esta mañana le entregué a Dios su carta de despido…] Importa lo real más allá de lo aparente, es el ser en sí mismo quien encuentra la fuerza sin apoyo alguno.

Los imperativos éticos, una aproximación a lo real: Para mantener el compuesto textual de las preguntas sobre el cómo crecer hacia uno mismo, y apartarse de la apariencia engañosa, nuestra poeta recurre a las anáforas y a los verbos en imperativo. Estos marcan el trazo hacia lo esencial: Dis, l’ami /Là, au fond de mon désert, de ma vallée d’la mort, Saurais-tu compter …//Dis, mon pote…//Dis, ma sœur,…//Dis, mon âme,…//Dis, toi, Toi qui es moi… Là dans ton balancement entre la vie et la mort, As-tu eu, ne serait-ce qu’une seule fois, foi en toi? [Dime, amigo /Allí, en el fondo de mi desierto, de mi valle de la muerte, / ¿sabrías contar…? // Dime, tronco, … ¿vendrías a retratar los sueños huidos…? // Dime, hermana mía, … puedes escrutar meticulosamente la juventud fallecida…? // Dime alma…/ ¿crees que puedes cribar una onza de amor…? // Dime, tú, / tú que eres yo, / allí, en tu balanceo entre la vida y la muerte, / ¿tuviste, aunque fuese una sola vez, fe en ti?]

Por otro lado, los verbos en imperativos expresan, reforzando, el deseo moral. Por esto, dirigiéndose a los jóvenes, escribirá:

Plonge, /Creuse les sillons de ta propre planète …// Va, /Invente les climats et brise tes frontières …// Cours,/ Esquisse les mouvements de ta cosmogonie …/ L’espace de tes passions a besoin de lumière…//Ecoute, /Module les inflexions, apprivoise les soufflés/ Que ton chant se déploie et pénètre les airs …//Façonne de ta voix de nouvelles harmonies…//Crois, /Sature l’horizon d’audaces, d’utopies Et confie chaque jour ton cœur à l’espérance Nul ne peut amoindrir les desseins de ton âme

 [Sumérgete, / cava los surcos de tu propio planeta …// Ve,/ Inventa climas y rompe tus fronteras…// que tu alma indígena sea libre y sin trabas asusta a los espíritus que sostienen los dogmas..//Corre,/ esboza los movimientos de tu cosmogonía no tengas miedo de su locura /el espacio de tus pasiones necesita luz…//Escucha, /modula las inflexiones, domina los golpes. /que tu canto se despliegue y entre los vientos perfila tu voz con nuevas armonías…//Cree,/ satura el horizonte con audacias, utopías y confía tu corazón a la esperanza cada día… nadie puede socavar los designios de tu alma.]

               – El entorno como metáfora viva, parte de lo esencial:

Christine no prescinde de su entorno natural del Finisterre en la Bretaña, de esa zona de Brest donde nació o de Daoulas, donde vive cuando describe una situación entroncada en el paisaje: Était-ce la brise marine qui nous rendait légers? Les effluves iodés qui nous troublait l’esprit? [¿Era la brisa marina la que nos hacía ligeros? ¿Era el olor yodado lo que turbaba nuestro espíritu?].

En otro poema, Vertige [Vértigo}, tampoco prescinde del contexto natural que le rodea,describiendo los lugares comunes de la costa de Finisterre francés (Bretaña):

J’ai surpris les heures étirées et longues des journées pâles, grises, tâchées d’éclats jasminés et acides, les ciels cotonneux…// La couleur émaciée d’une mer tendue d’écume, les abords grisés d’une ivresse maltée, suivant en long cortège houleux l’horizon qui s’éloigne, vibrant encore des humeurs lascives d’une lune apparue…// Ses œillades nocturnes aux errants maritimes perçant en leur allure les soupirs impromptus d’une faune assoupie.

 [Atrapé las horas estiradas y largas de los pálidos días grises, manchados con astillas de jazmín y acidez, los cielos esponjosos…// El color demacrado de un mar tenso de espuma, el entorno gris de una borrachera de malta, siguiendo en un largo cortejo agitado el horizonte que se aleja, vibrando aún estados lascivos ánimos lascivos de una luna aparecida…// Sus miradas nocturnas a los vagabundos del mar atravesando a su paso los improvisados suspiros de una fauna dormida.]

Es de agradecer que nos llegue a estas latitudes del meridiano la fuerza de unos versos bañados de océano, las cadencias del universo mágico de la Galia bretona, tan lejana y con esta poética -al mismo tiempo- tan cercana.

Los dieciséis poemas escritos en un maravilloso francés, con sus correspondientes traducciones, forman un libro del que es imposible olvidarse. Recomendable -para aquellos amantes de la lengua de Voltaire – leer el original, sin desmerecer la traducción que, en este caso, no traiciona la esencia de la lengua francesa. Gracias a Christine Nicolas por acercarnos a su poética, a su íntima reflexión que nos hace cuestionarnos y relativizar lo que pensamos es real pero solo viene a ser una pura y sencilla apariencia engañosa. Lo que Christine hace es invitarnos a salir de la caverna del ego.

Gracias al equipo de Abismos del Suroeste por hacernos llegar maravillosas como las de esta entrega. Deseo que sigan así, ayudándonos a despejar algunas ramplonerias inútiles y egocentricas de este mundo de las artes poeticas. Gracias.

 El libro se puede leer en este enlace:

https://drive.google.com/file/d/14Ul0I1rWniQ-J7P6R2pjqK6jbZYbuu6D/view?fbclid=IwAR1BiKoZ_vrW0vFhlExkk__60Oeni2-MqvOm06FpMIAxtVs4tvGVGk6wZSc

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