A los que saben vivir a solas.
A solas, en este silencio que tiene rostro
de espera y nombre de miradas, te imagino
carne de mis palabras con sabor a nublado. A solas.
A solas, en este ronronear del agua,
desaparezco. Me voy con la corriente de plata
que inunda el recuerdo. Busco otra liturgia
ajena a esta sinfonía de piedra y nubes. A solas.
En esta guerra de silencio tecnológico me siento tan afortunado de encontrarme en este hominido.
Gracias Faustino por tu fecundidad que ya lo he compartido con otras almas solas pero unidas
A solas, acompañado con las ansias de reencontrarme con los amigos. Ojalá pueda abrazarlos!!
Muchas gracias Faustino por tus publicaciones.
Un abrazo.