la incipiente oscuridad
marca el silencio
ESTÁS en ese punto de vigilia,
que lleva al silencio,
al mutismo solemne de lo eterno.
Eres la luz.
Estás en mis cobardías y en mi llanto, estás
en la certeza que cabalga en lo prohibido,
en el deseo de abrir las alas, en los miedos,
en los secretos más íntimos.
Eres luz.
Estás en mi ánimo y en la alegría, estás
en las mentiras que mantienen la norma
y me permite caminar, en la apariencia
cosida a la llaga del alma.
Eres la luz.
Estás y te vivo en otro paraíso,
lejos de este falaz abismo
de locuras y medias verdades.
Eres luz.