Hay una particularidad, entre otras, en el libro NOTAS PARA NO ESCONDER LA LUZ. Se trata de haber colocado en cada uno de los capítulos poemas con tonos metapoeticos . Tres poemas en el contexto del amanecer, el mediodía y la tarde apuntado al propio proceso poético.

Traza presencias (mañana), es el primero de los capítulos del libro NOTAS PARA NO ESCONDR LA LUZ. El contenido de este apartado subraya los momentos sorprendentes, el reflejo de luz que emiten las situaciones y personas, la mayoría anónimas. Esto es como ver la luz, el leikós, desde dentro más allá de una descripción. En este capítulo los versos intentan decir más que lo que veo aquello que percibo en lo profundo de mí mismo. Por todo ello, aquí coloqué el poema [ INSPIRACIÓN].
[Inspiración]
AMANECE.
Entre apatías e incertidumbres
despierto con un sentimiento extraño
de esperas.
Descubro que llegas
antes que la razón establezca
el trabajo cotidiano.
Frente a la claridad,
resucito el anhelo de tenerte
más allá de las contradicciones.
Me posees
arropándome con la piel suave
de esta luz recién amanecida.
Con calma, asumo el vértigo del instante
sin olvidar los desalientos,
un siempre morir.

En el segundo capítulo, Delimitando sombras (mediodía), traté de sustantivar la percepción que tenía de lo que me rodeaba, procurando no agotar la intuición. Se trató de ir a lo esencial. Por eso quise colocar, en este espacio, los versos de [ EL POEMA ]
[el poema]
HOY vengo
con un rastro de luz
en los bolsillos.
Un momento para desnudar
la palabra y descubrir, ahí,
en el poema,
el esplendor de los adverbios.
Luego, hacemos lo de siempre:
saltarnos la costumbre
con ese delirio a destiempo
que invita a la escritura.

En el tercer y último capítulo, Rompiendo apariencias (noche), la reflexión me llevó a tomar conciencia del crecimiento personal. Este sucede cuando miras a las cosas y a las personas desde la parte que no se quiere o incluso desde la que no se percibe. Así, en el contexto de este apartado situé el poema [ MUSA].
[musa]
TE busco
y cuando creo hallarte
no estás,
desapareces en la noche.
Te siento en el verso,
en el leve resplandor del instante
que escapa de las sombras,
fugaz.
En la oscuridad
encuentro señales de ti.
Un mínimo de luz, tenue brillo,
capaz de descubrir el misterioso espacio
que habla de ti
y del drama del tiempo
que muestra fracasos y deseos,
desalientos y perdón.