El martes pasado,día 25 de febrero, Carmen Salas una poeta maravillosa, gaditana de nacimiento y afincada en Granada, me esperaba con Pedro, su marido, en la puerta de la Biblioteca de Andalucía.
Carmen, junto con Alicia Choin Malagón, iban a presentarme a un nutrido grupo de granadinos. Maravilloso encuentro.
Al final, Carmen me entregó un pergamino lacrado. Antiguamente, los mensajes importantes se lacraban y se entregaban en mano al interesado. Esto fue lo que hizo mi querida poeta darme en mano una composición construida con versos de Notas para no esconder la luz.
El gesto de lacrar guardando como un tesoro unos versos que nuestra poeta llama El abrazo de la luz me emocionó y me sigue emocionado.
El poema es una síntesis perfecta de todo el libro. Los versos repartidos en once estrofas,toman lo mejor de la obra. Así, Carmen me dice: » Te tomé prestado estos versos tuyos para componer este poema. Confío que te guste tanto como yo disfruté al elegirlos«. Y no solo me han gustado, como ya he indicado, sino que me han emocionado cómo Carmen ha hecho suyo lo mejor de este Notas para no esconder la luz para regalármelo, como un reflejo de lo numinoso que entra en las zonas oscuras despejando sombras.
Gracias amiga, gracias poeta por estos versos que ya don tuyos para siempre y que me han hecho temblar. Gracias por este regalo de muz, este poema objeto que para mí tiene mucho significado.
Gracias Carmen por hacerme romper la frontera del lacre y hacerme ver este ABRAZO DE LA LUZ.