La verdad silente…
Nunca como en estos días
la verdad está pasando a nuestro lado.
Esa certeza de no saber, pero sí de intuir
el sabor de la muerte, siempre ahí.
La muerte de lo seguro, del absurdo desafío
con los otros, de los egos irrelevantes,
Solo, a la sombra de la vida,
bajo esta realidad que se resiste a morir,
araño la sorpresa en los bordes del asombro.
Nunca, como ahora sentí el vértigo
de los instantes que pasan veloces,
arrastrando tras de sí un campo de miedos,
de locuras, de ruidos que amordazan el silencio.
Sin sofocar la pasión, mi destino se despierta
en un caudal que transforma la impaciencia.
Nunca, como en estos momentos,
me he sentido más cerca
de mis fragilidades y torpezas,
de lo que ignoro, esa carne que golpea
el egoísmo de mis falsas grandezas.
En esta soledad del cambio beso la angustia
de las pérdidas,
la sonrisa de todos los encuentros.