El nuevo año nos trae, con la Editorial digital Abismos del Suroeste, al peruano Emilio Paz Panana (Lima, 1990) con una obra poética Frutos del Tiféret.
- El autor
Lo define muy bien su propio decir cuando comenta que” [ lee y poetiza] sobre eventos y experiencias que [le] marcan de forma personal: problemas sociales, problemas religiosos, racismo, temas filosóficos. Y todo esto “le inspiran voces universales como Eugenio Montale, Cesare Pavese, Dante Alighieri, San Agustín, Martin Adán, María Emilia Cornejo, Blanca Varela, Louise Glück, Edgard Allan Poe, por citar ejemplos personales.”
2. El título
Emplea un término de la Kábala judía [תפארת] TIFÉRET, la Belleza, en lengua hebrea. Para el mundo cristiano esta expresión cabalística está asociada a Jesús el Cristo. O como bien dice José Antonio Albarrán, que prologa el libro, este sentido de belleza es la emanación central de la Cábala, es decir, aquello que permite la síntesis entre el orden divino y el mundo físico, creando una comunión armónica entre todas las partes del ser.
3. El libro
Es importante advertir que el conjunto de esta obra está organizado en forma de tratado y además con un escamoteo del yo. Esto puede provocar cierta resistencia a su lectura. Resulta difícil, para algunos lectores de poesía donde lo descriptivo es mínimo y por el contrario abunda la emoción de un yo o un tú literario que actúan. El poemario, como se dice en el prólogo, es algo más que un texto literario, es un conjunto de máximas, de aforismos que nos acercan a la belleza más allá del concepto, introduciéndonos en el desconcierto de la reflexión por encima de la razón. Y es aquí donde no cabe entrar en diatribas filosóficas sobre la palabra que enmarca el título.
Está compuesto de LVI (56) Tratados. Curioso que nuestro autor, no ajeno a lo filosófico, emplea este término para poetizar sobre la Belleza, eso sí desde cincuenta y seis puntos de vista. El libro trata de esto, de los frutos, de las visiones de este valor ideal: la Belleza. Reitero, no es un tratado sobre la belleza sino sobre algunos aspectos (56) que -en la visión de nuestro poeta- ésta tiene, se ve o se siente.
Desde mi visión -parcial y subjetiva- quiero destacar que lo escrito aquí tiene que ver con el mundo y, ateniéndome a la propia opinión del autor, el mundo está para ser expresado en un lenguaje poético, con ese profundo deseo de absoluto.
En la dedicatoria el autor nos pone frente a las personas que ama envolviéndolas en la belleza. Emilio Paz presenta la belleza, con ciertas connotaciones neo-tomistas, como lugar del orden y equilibrio de la naturaleza (T. XLII); o con la huella agustiniana de ese volver de las criaturas a Dios [a lo Eterno] (Reditus criatura in Deo), (T. XLIII) que nos vuelve a introducir en el neoplatonismo.
En realidad, más allá de lo conceptual, para Emilio Paz la belleza es una realidad poliédrica destacando su asimilación fundamental al amor porque es en él donde se provoca la emoción. Por esto mismo, nuestro autor, refiriéndose a una realidad -belleza-está hablando de la otra -amor-. La cita de Fyodor Dostoyevsky apuntala esta afirmación. Es más, esta idea se acerca mucho a la de Dante en el hecho de asimilar una realidad en otra.
Nuestro poeta comienza replicando a Kant, La belleza debe ser más/ Que una conjetura de la razón. (T.I) para seguir (T.II) retomando la idea pitagórica de la armonía del número o la idea de equilibrio entre los opuestos próximo a las ideas heraclitianas. Emilio Paz deja atrás las tesis filosóficas cuando expresa que “La belleza no está subordinada a la razón…” (T. V) para iniciar su andadura de lo esencial, por encima de cualquier metafísica, y próxima a la emoción subrayando los paisajes donde puede hallarse: “La belleza se encuentra/En el sonido del agua/En el crujido de la hoja/En el vacío del espacio…” (T.VI).
Cuando nuestro autor navega por estos versos no abandona su idea platónica de que lo bello es connatural a lo verdadero…// La belleza de la verdad (T.VII). Y es aquí en estos tratados primeros donde subraya que este trabajo de creación (poiesis), del ars poética está expresando la belleza: La poesía es una expresión de belleza. (T. IX). Y es también aquí, en este inicio, donde la visión de Platón se hace patente al expresar como la vida y la muerte se funden: Ambos son tránsitos necesarios (T.X).
A medida que se avanza en la lectura lineal de los poemas (Tratados) se advierte que nuestro poeta -como un rabino- muestra la Belleza en notas [Frutos] que van rodeándola a modo de espiral manteniéndose ella en el centro, en el núcleo [ Tiféret]. Y es en ese avanzar, como indicábamos más arriba, con cierta huella platónico-tomista, la belleza/ lo bello aparece:
en el silencio y en la soledad (T. XV y XXX); en la palabra (T.XVI y XLVI); en los actos humanos y en la transformación del hombre (T. XXVII, XXXIII, XLVII); en el dolor y en la muerte (T. XXXIX y XIII); en el propio orden y equilibrio de la naturaleza (T. LI, LII y XLV); en el alma humana trascendida (T.LV y LVI).
Dicho esto, es bueno y aconsejable que, por encima del subjetivismo personal de esta reseña o el comentario del prólogo, los lectores aborden los textos sin más. Pueden hacerlo de manera lineal o aleatoria. De cualquiera de las maneras el lector encontrará un punto para la reflexión de lo bello.
Es de agradecer que en nuestra época en situación crítica, en medio de esquemas funcionales y economicistas, de visiones de lo práctico y útil, como forma de existir, lleguen visiones aparentemente inútiles que nos conducen a lo esencial. Este libro poético es el más metafísico de los que he leído en estos últimos tiempos, pero por lo mismos es el que más me ha hecho pensar, a pesar de no estar de acuerdo con algunas propuestas. Y esto es uno de los elementos que me ha ayudado a seguir creciendo. Gracias, por tanto, a Emilio Paz y a la editorial Abismos del Suroeste que nos ha acercado a él.
Ver la obra en este enlace:
https://drive.google.com/file/d/1zBuY340E5Uf4E9VI4oNWmPn9tfZLww4l/view

Como siempre magnífico, Faustino. Ahora podré leerlo de otra forma. Muchísimas gracias.
Profunda y esclarecedora reseña de los versos que esta obra encierra y te atrapan sin que desees dejar de leer hasta el final. Al menos eso me pasa a mí.
Un abrazo Faustino. Qué grande eres!!
Gracias por tus aprecios Carmen. Me alegra que esta reseña te haya servido como guía para leer esta obra. Un abrazo grande