
1.
Estás volviendo,
te aguarda el calor de la casa.
Tu alma derrama el verde de tus ojos
sobre la claridad del camino.
Desarmado, el día se fragmenta
en tus manos. Vagas en mi interior,
un líquido horizonte aparece
dibujando el perfil de tu rostro.
Todo se deshace poco a poco,
despejando la muerte.
El dolor se precipita en el vacío.
Como Ícaro, levantas el vuelo.
2.
Vuela la memoria a otros septiembres
trayendo el olor de los libros sin abrir
y los colores de cuadernos sin estrenar.
Una orgía de recuerdos escolares
se abren en tus manos.
Cuánto dolor al trazar el garabato
de las letras al aprender;
cuánto gozo en los números
resolviendo el misterio de la incógnita.
Galimatías en el aula
con voces infantiles
besan las paredes
de tu memoria.