Skip to main content

Todavía vestida de noche
la palmera se abre al alba.
Huele a tierra mojada
y a mar.
El silencio resbala por la calle.
Tu mirada se cuelga
de esa luna de noviembre. 

Tus miradas tienen
ese gesto esencial
de infinito irrepetible

En tus manos, la duda del día;
en tu boca, la certeza de un beso.
Sientes el calor del abrazo
todavía latiendo en tu cuerpo.
Como la palmera
desnudas la noche
y saludas la mañana.

Tu desnudez es
la verdad ofrecida,
cercana a la luz

Arden tus pasos
en el eco de las aceras.
Una brisa desciende, tímida,
por los parterres.
Ahí estás, tú y tu alma,
ante la mañana,
desvelando las voces
que todavía no están.

Tu desvelar rostros,
curando el dolor,
nos vuelve humanos.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Close Menu

Entradas recientes

error: Queda prohibida la utilización de cualquier imagen o video sin autorización previa de autor de dicho contenido. Alejandro Huyro todos los derechos reservados.