Fernando Cordero Carrillo, amigo y paisano extremeño afincado en Valencia, ha escrito una magnifica reseña sobre mi último libro En el alfabeto del tiempo. Agradezco a Fernando el haber entrado en los entresijos de este y de los otros dos libros de la trilogía sobre el espacio, la luz y el tiempo.
«Amigas y amigos. Hoy os traigo este nuevo libro “En el alfabeto del tiempo” (Olélibros Col. Poesía Imaginal 2022) de Faustino Lobato. Ya en su día comenté por estos lares otra de sus obras “Notas para no esconder la luz” (Olélibros Col. Poesía Imaginal 2019) y hablaba de su poesía intimista que también podemos disfrutar con esta nueva entrega. Pocas explicaciones podemos añadir al lector que no contenga el prólogo, a cargo del poeta José Antonio Olmedo López Amor, y el epílogo de Julio Sánchez Martín, ambos conocedores de la poesía de Faustino Lobato, donde dan las claves para comprender este libro y la personal poética del autor.
Creo haber leído que, junto con otra de sus obras “El ángulo incierto del espacio” (Diputación de Badajoz 2022), estos tres libros conforman una trilogía sobre los sentidos, pero tengo que añadir -a mi modesta opinión- que también representan claramente la madurez en la poética de Faustino Lobato. Y es aquí precisamente donde quiero hacer hincapié: luz, espacio y tiempo, pues son conceptos presentes en sus obras y, tal y como recogí entonces, su poesía no sólo es intimista, cercana, invita también a la reflexión.
El poemario nace de un hecho traumático: un accidente de tráfico que el poeta sufrió. Y aunque este es el hilo conductor, la estructura que sustenta la obra, Faustino Lobato lo convierte en un viaje que comparte con nosotros a través de sus vivencias, nos hace partícipes, nos invita a acompañarle y reflexionar con él. Desde el principio, cuando sucedió el hecho “En el mar del calendario / un día, como cualquier otro, / cinco de febrero, en un segundo, / todo se me volvió silencio.” (1), hasta el último poema, “… mantengo el perfume de la sonrisa de mi hijo al decirme bonne nuit”… (43). Tránsito, viaje entre el silencio y la oscuridad del accidente y el renacer a la vida con el beso de su hijo, donde el poeta va desgranando las diferentes fases a las que se enfrenta, los sentimientos, sus pensamientos.
Así “… El tiempo es incapaz / de matar la vida. /… En este [cronos] incapaz de doblegarme / por encima del desastre, / regreso al “ángulo incierto del espacio” / donde simplemente vivo.” (7); y “FLUYEN las horas / entre el verbo lento de las nubes / y mis manos.” (10), porque “El tiempo se revela en la palabra y se rebela con la palabra… porque somos paréntesis, sueños” (apertura II).
Poemas y versos de gran belleza, que emocionan “El tiempo se escapa por las aceras… ” (19); o este otro, “CUANDO pronuncio tu nombre / es el silencio quien responde. / Tu nombre resbala por las paredes, / atraviesa los rincones y vuelve / con la herida de no saber”. (25). También mantener vivo el recuerdo como parte de la propia vida “NO ME IMPORTA recordar lo que no está y se perdió en la ácida nebulosa de los días… / … Lo que fue está en lo que vivo..” (32) y “… No me importa recordar lo que no está porque soy lo que fui” (33).
Cierro con un verso de un maravilloso soneto que el poeta nos ofrece y que quizás, al menos para mi, pudiera explicar este gran libro “… Porque la vida es algo más que viento, …”. (40).
Enhorabuena, Faustino Lobato Delgado! «