
En la presentación de En el alfabeto del Tiempo en la sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Badajoz, el 27 de marzo, Luis Sáez -que es quien lo presentaba- me hizo una pregunta que respondí a medias. Esta era sobre qué pensaban los lectores sobre el libro. Respondí acordándome de quienes, con dedicación, había escrito sobre ello.
Además de las reseñas, por decirlo así, del prologo del libro hecha por José Antonio Olmedo López Amor y del epilogo de Julio Sánchez, desde enero de este 2023 diferentes escritore/as han ido escribiendo sobre esta última obra, En el alfabeto del tiempo, publicada por Olé libros (Valencia,2022).
El 18 de enero, José Iniesta, escritor valenciano al que admiro y aprecio, escribía de la obra una larga reseña en su muro de Facebook diciendo de él que es un libro emocional y perturbador. Aprovecha su reseña para hablar de mi obra en general. Él la conoce bien, al igual que yo conozco la suya. Resalta en su reseña los aspectos trascendentales que algunos poemas tienen y hace referencia a ese testamento vital que aparece en las páginas finales del libro:
CUANDO cierre los ojos a la luz
y mi boca no sonría a las palabras
ni mis manos sientan el calor de las cosas.
En el momento que mi carne sea
el gesto del pasado
y la nada se adueñe de mi cuerpo,
no lloréis, saltad de alegría
por los momentos vividos.
Cuando sea alimento de las llamas
no os vistáis de luto, ni con trajes elegantes.
Repartid mis cenizas
con la ropa de diario.
En el instante que derraméis
las partículas de mi vacío,
el color gris de la energía,
hacedlo en aquel lugar donde el río
enamora con sus aguas al barro
y el tiempo parece detenerse.
Cuando salude al atardecer de los sueños
no leáis ningún recordatorio,
porque estaré en ese punto donde la vida
se funde con el abecedario de las horas.
En el instante que la muerte tome
hasta la última nota de mis entrañas,
dejad que la naturaleza me devuelva
las vocales que visten mis versos.
Cuando el verbo me dé forma y siga
en la memoria de los que me amáis,
mantened silencio para que la muerte
me devuelva al lugar de partida.
En el momento de leer estas palabras,
permaneciendo en la intimidad
que cada uno reservó para mí,
viviré de nuevo sine die,
eternamente.
El 24 del mismo mes, Efi Cubero, gran ensayista y poeta, otra amiga a la que admiro, escribía sobre el libro y terminaba diciendo que ésta es una obra para pensar, sentir y meditar. Efí hace alusión algunos de los pomas, entre ellos este:
10
FLUYEN las horas
entre el verbo lento de las nubes
y mis manos.
Una calma de tormenta
hiere el canto menudo de los pájaros.
Me lastima.
Fluyen las horas, como un testigo mudo
del concierto,
en el vértice de mi ser.
Una marea interior rompe
el debate mortal de preguntas
sin respuestas.
Fluyen las horas, agarradas
al rumor de las márgenes
de este río que me atraviesa.
Una ilusión brota
en el vértigo de la caricia
El 1 de febrero, después de haber estado presentando el libro en la ciudad de Cáceres, recibí una carta de Basilio Sánchez, uno de los grandes poetas extremeños entre los grandes a nivel nacional. En su carta, no muy extensa, hablaba de En el alfabeto del tiempo como de un libro de una poesía de hondura y precisión.
El 22 de marzo, Fernando Cordero Carrillo, otro gran poeta al que admiro, escribía en su muro de Facebook una reseña muy interesante sobre el libro. Para él el contenido de la obra es un compendio de poemas que emocionan. Recoge algunos poemas como éste:
CUANDO pronuncio tu nombre/ es el silencio quien responde./Tu nombre resbala por las paredes,/ atraviesa los rincones y vuelve/ con la herida de no saber./ Cómo contar el tiempo,/ descifrar las caricias/ sorteando la luz del mediodía/ en esta gramática de la ausencia./ Espero que ocupes tu lugar,/ ahora, vacío. (25)
El 8 de abril, en su muro de Facebook , Vicente Barberá Albalat, escribía unas notas recogiendo expresiones del prologo escrito por Jose Antonio Olmedo y del epilogo de Julio Sánchez anotando que este libro es un poemario completo.