Duele la ausencia,
ese revés de la luz que traza silencios.
¿Cómo abrazarte en el vacío de la noche?
Duele la vigilia,
laberinto difícil de transitar,
que anhela tu presencia.
¿Cómo volar hasta el centro de tu alma?
Duele gris el amanecer,
duele
pero el deseo abre las puertas del paraíso.
¿Cómo romper la paradoja
de este vivir en tu ausencia?
Duele esta sed de ti
hasta incendiar el anhelo en las venas
y cerrar la noche dibujando paisajes
más allá de las esperas.
¿Cómo no besar tu imagen ?
Duele la ausencia,
y en medio de esta nada, llueve.
Siempre llueve en este territorio
de la distancia.
¿Cómo calmar este deseo de encontrarte?
Duele esta confusión
del vuelo de las garzas
con las nubes. Migran
trazando caminos invisibles .
¿Cómo emular este tránsito de las aves
para llegar a ti?
Duele la noche
aunque el universo se abra
a la armonía de lo infinito.
Y en la gravedad de la luz,
te descubro.
¿Cómo arder en tu llama?